Hoy te quiero contar la parte buena de emprender. Otro día te hablo de la cara B pero hoy estoy dispuesta a que sepas lo que puedes ganar. Para empezar te digo que estoy escribiendo este post desde el sofá de mi casa, porque tengo un portátil y pocas ganas de sentarme en una mesa. Otros días, sobre todo cuando quiero ser más creativa, me voy a Starbucks que me pilla cerca de casa y tengo wifi. La semana pasada he ido varias veces porque, como sabes, estoy haciendo un master, y tengo ejercicios que hacer.
Te levantas a la hora que quieres, aunque es recomendable madrugar. Dependiendo del día voy al gimansio o a andar a la playa para meditar sobre las 7.00. Otras veces, que estoy más cansada, me levanto más tarde. Puedes ir a comprar lo que se te antoje para comer, porque mandas tú.
A finales de junio viene una de mis mejores amigas. Ella vive cerca de la playa y baja tarde, sobre la 1. Durante ese mes, madrugo para trabajar, me voy a la playa con ella y por la tarde sigo trabajando. Eso me permite pasar tiempo con ella, estar en la playa, que me encanta y seguir siendo productiva. Plantea en tu trabajo que te vas a ir a la playa a las 12 y seguirás trabajando luego, a ver que cara te ponen.
Otra de las posibilidades es la de pasar tiempo en familia. Puedo pasar la tarde con mis sobrinos o ir a cuidarlos si estan malitos. Me encanta pasar tiempo con ellos y de otra forma no sería posible. Se trabaja mucho y hay muchas responsabilidades. La semana que viene te contaré los contras de emprender, porque quiero que tengas la visión completa.
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