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El motivo por el que no consigues lo que quieres es, obviamente, porque no haces lo necesario para conseguirlo. Pero da un paso atrás. ¿Por qué no lo haces? Sencillo, piensas que no lo mereces. Puedes llamarlo como quieras pero la falta de merecimiento típica de la autoestima baja es la causa de que no lo consigas. Quizá te sientas culpable por algo que hiciste tiempo atrás, o por no haber hecho algo, da igual. Te comparas con los demás con cierta frecuencia, porque piensas que los demás te quitan las cosas. De otro modo no te compararías.
Ahí tienes otro síntoma de autoestima baja: la comparación. Es fácil compararse y quejarse, porque solo hace falta hablar. En cambio, si decidieras hacer lo necesario para acercarte a los resultados que deseas, tendrías que actuar y eso, ya no es tan fácil. Vuelve al principio, crees que no lo mereces. Puede que digas que no eres suficientemente buena, que no tienes tiempo, que eres demasiado mayor…Da igual, son excusas.
<<¿Cómo sabes que son excusas? Yo lo vivo cada día y para mi es real>>. Cierto que es real, pero lo es también para muchas otras personas que deciden hacer como si todo eso no existiera. Voy a ponerte ejemplos famosos para que puedas darte cuenta de que es cierto:
1.- Kate Winslet ha ganado un Oscar a pesar de que padece Síndrome del Impostor y piensa que es un fraude y que, en cualquier momento, la van a descubrir.
2.- Con 74 años, el Coronel Sanders logró un acuerdo con un grupo inversor para vender Kentucky Fried Chicken por 1.300 millones actuales más un salario vitalicio que se incrementó a 200.000 dólares (Más de 131 millones).

Tu baja autoestima no te permite tener resultados
Estoy segura de que piensas que estas personas han tenido suerte, pero la realidad es que la suerte es del que la busca. Si no haces nada para conseguir lo que quieres, ¿cómo va a ayudarte la suerte? Esta claro que siempre es necesaria una dosis de suerte, pero haz algo para ganártela. Mientras pienses que no la mereces no harás nada. Así que te propongo un ejercicio:
Si no hubiera nada que pudiera impedirlo, ¿qué te gustaría conseguir? Cierra los ojos e imagínalo, con todos los detalles que seas capaz. Concreta. No pienses que quieres ganar mucho dinero porque, ¿cuánto es mucho dinero mil, diez mil o cien mil euros? Si lo prefieres, escríbelo. De lo que se trata es de que te veas consiguiendo algo que deseas. Si tu falta de merecimiento está muy marcada, es mejor que empieces por un objetivo pequeño, pero relevante.
Ahora piensa en lo que necesitas para conseguirlo. Planifica todo el recorrido, necesitas hacerlo para saber por dónde empezar. Si no sabes hacerlo sola, pide ayuda, pero hazlo. ¿Cómo vas a llegar donde quieres si no lo sabes? Primero se fija la ruta en el GPS y después se planifica todo lo que vas a necesitar para el viaje. Es importante que sepas que pueden surgir imprevistos y que estás suficientemente preparada para afrontarlos. Si no es así, no desesperes, porque siempre puedes pedir ayuda.
Consecuencias de no conseguir resultados
Cuando lo intentas y fallas te sientes fatal porque la palabra fracaso empieza a rondar por tu cabeza. En realidad sólo es un fracaso si tiras la toalla. Esa es la única forma segura que se me ocurre de no conseguirlo. En realidad, los supuestos en que las cosas no salen como quieres, para mi no son fracasos sino aprendizajes. Por eso es importante la actitud que tengas ante lo que te sucede.
Esa sensación de fracaso no es real. ¿Sabes por qué? Porque otras muchas personas fallan exactamente igual que tu y no se sienten así. Por eso te decía que depende de tu actitud. Si no consigues resultados puedes dejarlo o puedes volver a intentarlo. ¿De que depende esto? De tu relación con el fracaso. Si lo piensas, lo más probable es que desde siempre te hayan enseñado que el fracaso no es una opción. Que hay que conseguir los resultados a cualquier precio. Ser ambiciosa y tener inquietudes está bien. La cuestión es cómo has aprendido a conseguir esos resultados.
Si en tu familia se ha vinculado el éxito a la inteligencia tenemos un problema. Actualmente se admite la existencia de hasta ocho tipos de inteligencia, pero antes…vamos a dejarlo en que no era así.O eras un genio de las matemáticas o no eras inteligente. Si hablamos de música, deporte o arte…Entonces puedes echarte a temblar. <<Eso no vale para nada>>. Lo habrás oído muchas veces, pero no es cierto y hoy se sabe. La cuestión es que tu has crecido pensando que eras tonta y también escuchando como te comparaban con otros (amigos, hermanos, vecinos…).
Cómo aprender a conseguir resultados
Lo primero es que tomes conciencia de esa forma de educación de la que te hablaba antes. En base exclusivamente a la inteligencia, varias generaciones han crecido vinculando sus resultados al miedo al fracaso. Lo que ha dado lugar precisamente… a ese fracaso en forma de abandono. Si no es perfecto no lo hago. Si no soy lo suficientemente buena no lo intento porque se que no lo voy a conseguir. Si no sale bien a la primera no merece la pena porque se van a reír de mi.
Lo que de verdad te hubiera ayudado a conseguir resultados es crecer pensando que no sólo es importante la inteligencia (al margen de que todos somos inteligentes) sino que el esfuerzo es una pieza clave. De esa forma, entenderías que el aprendizaje no está vinculado al miedo al fracaso sino a extraer enseñanzas del error. Porque el error es un paso que te acerca al éxito. Así ha sido siempre, y si no, que se lo pregunten a gente como Steve Jobs (escucha alguna de las entrevistas que le hicieron antes de morir). Error, análisis y nuevo intento. Así funciona.
¿Alguna vez piensas por qué la mayoría de las empresas que funcionan vienen de Estados Unidos? Sencillo, la tasa de abandono después del fracaso. En España se intenta una o dos veces y se abandona. En Estados Unidos en cambio se intenta sin cesar. No son mejores que nosotros, solo más perseverantes. Además no se desalientan. Cada vez son más las personas en España que deciden intentarlo sin límite. <<Voy a conseguirlo, aunque no sepa cómo voy a hacerlo>>. Esta forma de pensar es clave en el éxito.
Si sientes pánico al fracaso te recomiendo que hagas como yo y busques una persona que te apoye en tu camino. A mi el hecho de no estar sola y tener alguien que me guiara me ayudó mucho. Por eso deje mi trabajo como abogada y empece de cero para ayudar a mujeres como tu que quieren aumentar su autoestima para conseguir los objetivos que se proponen. La satisfacción de aplicar mis conocimientos y experiencia para acercarte a la vida que quieres es indescriptible. Si quieres tener de tu parte mi apoyo, contacta conmigo.
Por último voy a darte un ejercicio práctico que puedes utilizar en los momentos de duda. Se llama el Peor Escenario Posible y es tan potente que las fuerzas de élite americanas lo utilizan antes de las misiones. Su forma de aplicación es sencilla. Basta con que pienses en que es lo peor que puede ocurrir. Cuando ya lo has identificado pregúntate qué harías en ese caso y sigue preguntándote que es lo peor que podría pasar si hicieras eso. Transcurrido un rato tendrás muchas variables de lo que podría salir mal y sabrás como resolverlo. Pero sobre todo, te habrás dado cuenta de que lo peor que imaginas, no es para tanto.
Descubre lo que puedo hacer por ti en este episodio del podcast:
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