Eso dice mucho de cómo te relacionas contigo. Cuando estás en conflicto y no eres coherente eso se refleja en la relación que tienes con los demás. Mantener las formas un rato es aceptable pero cuando llegas a casa te vienes abajo porque llega un momento en el que no puedes seguir con el papel.
En fin de año decidí pasar unos días con unos amigos en una casa rural. Fue una pasada. Por la mañana al sol en la tumbona y por la tarde encendiamos la chimenea y buscábamos algún juego y nos poníamos a charlar.
Nadie puso normas, no se distribuyeron tareas pero todo fluía. Cada uno tiene una personalidad pero todos tenemos en común la coherencia. Por eso pasamos varios días de risas y no hubo ningún desacuerdo. Fluir es estar de acuerdo contigo, saber que quieres e ir a buscarlo. No busques fuera que hacer para mantener tu equilibrio, busca dentro de ti lo que necesites.
Cuanto tienes la autoestima baja, saltas a la primera de cambio. Te comparas con los demás y solo te enfocas en lo que no te gusta.
La próxima vez que surjan roces en la convivencia, no pienses tanto en lo que está haciendo el otro que te gustaría que cambiara, sino en que estás haciendo tú para atraer ese tipo de relación a tu vida. ¡Feliz jueves!
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