Que gran error pensar que tienes tiempo. Piensas que mejor intentarlo mañana. No es una buena idea perder oportunidades, al menos, si no hay una buena razón para ello. Hoy he comido con un amigo que estaba de visita. La conversación ha sido inspiradora y retadora. Me ha contado cosas que están funcionando en el mercado de las que no tenía ni idea. Y resulta que son muy buenas ideas. Pero claro, supone hacer cosas nuevas e invertir tiempo, energía y dinero.
¿Qué harías tu? ¿Te atreverías a arriesgarte? Bueno yo he decidido hacerlo. He apuntado cada una de sus ideas y pienso llevarlas a cabo, por un orden claro. ¿Y si sale mal? Me da igual. Te doy mis motivos:
1.- Es divertido hacer cosas nuevas.
2.- Me encanta la persona en la que me convierto cuando hago cosas diferentes.
3.- Puede salir bien, por lo que me sentiría muy orgullosa de mi.
4.- Puedo ganar dinero con las iniciativas que he aprendido.
¿Hay algo que te llame la atención de esta lista? Exacto, todo lo que he escrito es positivo. No es casualidad, el resultado de un trabajo personal intenso que empezó hace tres años y no se detiene.
Supera tus miedos o la vida te superará a ti
Inténtalo tu. Escribe un objetivo que te gustaría conseguir y después cuatro motivos positivos por los que intentarlo. ¿Ya lo has hecho? Ahora dime cómo te sientes. Si lo has hecho bien (has escrito sólo cosas positivas), seguro que estás eufórica, porque estás imaginando un escenario en el que te superas y consigues lo que quieres. Pero esto no es lo que harías normalmente…
Lo que sueles hacer es el ejercicio contrario en el que piensas en todo lo que puede salir mal y no te conformas con eso, sino que desarrollas la película entera. Quizá al final, terminas viviendo debajo de un puente. A eso se le llama diálogo interno disfuncional y te mete en un bucle negativo del que es muy difícil salir. Pero claro, es lo que sabes hacer y lo de intentar cosas nuevas…Ya se sabe que acaba de nuevo en el bucle.
La cuestión es: ¿qué te estás perdiendo por pensar así? Se que quedarte en tu zona de confort es cómodo para ti porque, aunque sea doloroso, sabes cómo manejarte en ella. Pero piensa detenidamente lo que te pierdes: un trabajo mejor pagado, hacer lo que te gusta, viajar… Se te da muy bien pensar en lo que puede salir mal y por eso, sin darte cuenta, creas las circunstancias que te llevan a que tu profecía se cumpla.

¿Qué ganas superando tus miedos?
La realidad es que el miedo va a seguir ahí porque es una de las emociones básicas y tiene la función de protegerte. Si no te diera miedo quemarte meterías la mano en aceite hirviendo. En este caso tu cerebro te ayuda a sobrevivir y a proteger tu salud. Pero cuando piensas que no te mereces el éxito o que tienes mala suerte o que no estás a la altura…entonces no te protege, te sabotea.
La vida tiene obstáculos, pero los límites los pones tu. Esa es una diferencia entre tu situación y la de la gente que ves cumplir sus metas. Darse cuenta de que el enemigo eres tu, es clave para avanzar. Una vez que sabes que no son los demás, que eres tu, puedes empezar a dar pasos. No te digo que hagas algo radical, sobre todo, porque se valora mucho lo que se puede conseguir en un año pero se desprecia lo que puede conseguirse en cinco años.
El miedo va a convivir contigo pero puedes aprender a gestionar tus emociones cuando surge. Lo que puedes conseguir es ser feliz, pero no como objetivo sino como una forma de disfrutar del camino. Recuerda ahora las razones que te daba al principio. Una de ellas era que me encanta la persona en la que me convierto haciendo cosas diferentes. Aumentas sin darte cuenta tu zona de confort y con eso, cada vez, eres capaz de conseguir más con el mismo esfuerzo.
Lo que es lo mismo, cada vez es más fácil conseguir objetivos. Y una vez que te acostumbras, quieres más. Nada cómo perder el miedo para aprender a arriesgar. Ahora piensa, ¿por dónde puedes empezar? ¿qué puedes hacer para dar un paso hacia tus metas? Recuerda que no tiene que ser algo grande, solo un pequeño paso en la dirección adecuada. Te voy a dar unas ideas:
1.- Lee un libro.
2.- Acude a una conferencia.
3.- Aprende con un vídeo.
4.- Aprende con un podcast. Echa un vistazo al podcast Autoestima para el Liderazgo:
Si quieres que te ayude en algo, no dudes en contactar conmigo.
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