
Miras a tu alrededor y por todas partes ves gente aprovechando el tiempo: formándose, haciendo ejercicio, cocinando…Pero tu solo quieres quedarte en la cama. Te sientes un bicho raro. Piensas que los demás crecen, avanzan y tu no. ¿Y si soy la única que no está aprovechando la oportunidad? Respira. No eres la única. He leído ese mensaje en muchos lugares. La cuestión es que todos somos diferentes por fuera. ¿Por qué quieres ser igual por dentro? No es posible. La pandemia nos ha pillado a todos, pero no en la misma situación. Por eso estás en pijama, viendo la tv, comiendo dulces o sin ganas de levantarte de la cama.
Parece que la adversidad tiene que hacerte más fuerte, pero no hay reglas. A algunas personas las fortalece a otras no. Estudié derecho y recuerdo que recibí clases de criminología. Se hacían estudios de población para determinar los niveles de propensión al delito: la pobreza era uno de ellos. Pero todos conocemos a personas que se han criado en barrios problemáticos y han sabido reconducir su vida. Pues es lo mismo. No todas las personas reaccionan igual ante una situación. Crecer requiere que se den circunstancias concretas en tu vida, si no es así, no es tu momento.
Es algo que tengo claro porque mucha gente me contacta porque quieren aumentar su autoestima y sentirse bien tomando decisiones y avanzar en sus vidas pero no es su momento. No pasa nada, ya volverán más adelante. O no, o lo harán con otra persona. Pero que sea tu momento es algo fundamental. Y no culparte por ello, más todavía. Si sientes una gran presión y no estás acostumbrada a manejarte en situaciones similares, te bloqueas. Lógico si lo piensas. No es que no puedas, es que no sabes como hacerlo o simplemente, ahora, no te apetece.
Sentirse mal es muy normal
Ahora ya sabes que no eres un bicho raro. Si no tienes ganas de limpiar tu casa o de cocinar, no pasa nada. Estás haciendo lo que tu cuerpo te pide. ¿De qué te sirve castigarte? ¿Te lleva a algún sitio en donde quieras estar? Por mi experiencia no. Si asumes tu situación puede ocurrir que sigas así más tiempo del que querías pero también que te des espacio y recuperes algo de paz. Entonces y solo entonces podrás pensar en hacer algo con tu vida. A lo mejor necesitas recuperar tus rutinas, ir a trabajar, llevar a los niños al cole, o lo que estuvieras haciendo antes del 15 de marzo.
Quizá en ese momento descubras lo que necesitas y te pongas en marcha, quizá sea más tarde. No importa. Importas tu y lo que necesitas. Apaga la tv y pasa de las redes sociales. Ignora todo lo que te lleve a compararte. Te daña. Hazlo y decide hacer lo que puedas con lo que tengas. Yo se lo que es romperse y pasarse tres días llorando sin salir de la cama. Y aprendí a gestionarlo. Ahora no suele ocurrir y si lo hace, sé como salir de ahí y hacer que dure menos. Es experiencia pero la adquirí después de estar mucho tiempo mal.
Por eso te digo que el mundo no es un lugar ideal. No dejes que la presión por estar bien te lleve a crear una máscara de felicidad, de yo puedo. Si no puedes, no finjas que si, porque entonces el dolor, la tristeza y la angustia se van a quedar dentro de ti. Eso es lo peor. Quédate en pijama si te hace falta, no te peines y pasa de la cocina. Ya te recuperarás, créeme, ocurre. Pero lo harás cuando tu lo decidas. No cuando lo diga el gobierno, las marcas con su publicidad o los influencers. Porque aquí lo único importante eres tu.
Deja una respuesta