Imagina que te equivocas una vez, ¿qué haces? Puedes pensar que no saldrá bien y dejarlo o volver a intentarlo. Y ¿Si te equivocas por segunda vez? ¿Y una tercera? ¿Y si esos errores no te afectaran solo a ti? ¿Y si hay un tercero que está perdiendo su tiempo por tus errores?
Eso mismo me ha sucedido a mí la semana pasada. Tengo que decir que respondió de cine, porque aceptó la situación y decidió seguir adelante a pesar de todo y es que era para levantarse e irse. Cuando dominas algo es fácil trabajar, pero cuando te encuentras en terreno desconocido lo normal es fallar. La cuestión es que si sólo te afecta a tí es más sencillo asumirlo pero cuando afecta a terceros se hace más cuesta arriba.
A pesar de todo seguí adelante, con el malestar por la situación, la frustración, la sensación de torpeza. Lo fundamental es seguir empujando porque si te arrugas a la primera y te detienes, todo se acaba. Es fundamental el trabajo personal que he hecho para ser capaz de meter la pata y seguir sacando las cosas adelante. La autoestima fuerte te ayuda a todo. A dejar ese trabajo que odias, a buscar tus sueños, a salir de la zona de confort y a encarar las situaciones dificiles con valor.
Estoy orgullosa de haberme decidido a apostar por mí y de todos mis errores y retos superados. Fallar tres veces seguidas y tener a una persona que te da su tiempo en medio de todo, sienta fatal pero sacar adelante la situación cuando lo que te apetece es esconderte debajo de la mesa sienta muy bien.
Y tu, ¿Eres capaz de seguir cuando todo está en tu contra o abandonas?
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