
Te gusta poco tomar decisiones pero lo haces todos los días. Incluso, cuando no tomas una decisión, ya estás decidiendo. Y si decidir para dar un paso adelante cuesta, decir no, aterroriza. ¿Por qué es importante saber decir no? Seguro que piensas que decir no hace daño, y en realidad, eso depende y no depende de ti:
1.- Depende de ti decir las cosas con respeto. Si lo haces bien, no hay nada reprochable en expresar tu opinión, aunque esta sea que no te apetece hacer algo.
2.- No depende de ti como se lo tomen otros. Recuerda que si eres educada dando tu opinión y la otra persona se enfada, eso depende de la actitud de la otra persona y eso no entra en tu ámbito de poder.
La cuestión es que si te niegas a decir no a los demás, en realidad, te estás diciendo no a ti. ¿Quieres que vayamos al cine? Si (uf en realidad no me apetece, pero voy a ir: acabas de decirte no a ti). ¿Qué sucede? Estás actuando en contra de tus propios intereses, de tu esencia. Ahora quizá estás pensando que no es para tanto. Obviamente un día no pasa nada, pero este comportamiento no es de un día. Se trata de un hábito.
Eres de las que se calla porque: no quieres discutir, quieres agradar, si le dices no se va a enfadar, quieres que te quieran… Te digo por experiencia que las personas no te van a querer porque les digas que si. De hecho, no te respetan precisamente por eso. Se dan cuenta de que no quieres y aún así lo haces, inconscientemente piensan: aquí tengo alguien de quien aprovecharme.
No creas que tienes mala suerte y siempre se te acerca el mismo tipo de persona, atraes lo que eres. Si eres incapaz de respetarte (con todas las justificaciones que seas capaz de inventar), los que se te acercan son del tipo que tampoco respeta. Y cuando empiezas a cambiar, cuando decides darte tu lugar y empezar a decir que no la gente se enfada, cierto. Lo segundo es que se alejan. Se pasa mal, pero piensa, ¿Quieres estar rodeada de aprovechados? Te aseguro que el tiempo que pasas sola hasta que se acerca gente que te valora no es tanto.
¿Qué ocurre cuando no sabes decir que no?
Incoherencia. La coherencia es una de las mayores necesidades humanas. Ser coherente significa que lo que piensas, lo que dices, lo que haces y lo que sientes está en armonía. Decir que si a ver un partido de fútbol con tu pareja no tiene importancia. Hacer siempre lo que quieren otros por miedo a decir que no te lleva a la incoherencia. ¿Sabes que pasa cuando eres incoherente? Enfermas. La gravedad de la enfermedad y su duración depende del tiempo que te mantengas incoherente.
¿Te suena la depresión? Pues cuando vas en contra de lo que para ti es fundamental terminas deprimida. Sientes apatía, no tienes energía, ni fuerzas, ni ganas de hacer nada. Y todo eso lo has creado tu. Vale, no eras consciente, no te has dado cuenta de cómo te perjudica, pero lo has creado tu. ¿Por que te has hecho eso? Por la educación que has recibido. Dale un beso a tal persona, estudia esto, no vayas a tal sitio…Toda la vida recibiendo ordenes de quienes para ti, eran tus referentes. Eso genera un terrible miedo al rechazo.
Si creces así (la mayoría lo hemos hecho), de adulto piensas que para que te quieran tienes que adaptar tus decisiones a lo que quieren otros: tus padres, tus hermanos, tus profesores, tus amigos, tu pareja, incluso, tus hijos. Fatal para la coherencia y para tu salud emocional. Pero lo haces, porque es la única forma de vivir que conoces. ¿Cuántas veces te han dicho que te aguantes? Confórmate, así es la vida o no te quejes tanto. No es cierto, no hay por qué aguantar. Es solo una forma de pensar. Un día decidí empezar a decir no y lo hice con mi madre, vaya si cuesta pero lo hice. Después empiezas a decir no a otras personas y vas recuperando tu lugar.
¿Qué ocurre cuando empiezas a decir que no?
Cuando dices que no tu vida empieza a parecerse a lo que quieres, tienes capacidad de controlar lo que ocurre. Dejas de ir a la deriva. Se acabó ser una víctima de las circunstancias. Menudo alivio, ahora mi vida va hacia donde quiero yo, no a donde quieren los demás. Dije que no a mi madre, como te he comentado antes, pero también dije que no a mi jefe y me marché. He dicho no a amigos que nunca más volvieron a aparecer y esto supuso un gran aprendizaje.
Idealizamos a algunas personas, pero son imperfectas, como tu y yo. En realidad, si les digo no y se enfadan para siempre, no son mis amigos. Quiero gente que me quiera. Cuando me faltan al respeto digo no y me da igual lo que pierda por el camino. Quizá esa persona es influyente y puede ayudarme o presentarme a otras personas. Me da igual porque mi dignidad está primero y si para mi es importante el respeto todo aquel que no me respete se queda fuera. ¿Ves? Decir no te ayuda a controlar tu vida.
Aquí tienes uno de los grandes beneficios de aumentar tu autoestima, decir no. O lo que es lo mismo, decirte si a ti misma. Porque quizá piensas que algún día las cosas cambiaran, pero las cosas no cambian porque el poder lo tienes tu. Tu eres quien hace que las cosas cambien, quien decide que ya ha pasado demasiado tiempo esperando que la vida sea feliz, y se ha cansado. Tu eres la que atraes a esa gente que ya no quieres más cerca. Tu eres la que mereces decidir porque lo que has aprendido se puede desaprender. No naciste con miedo al rechazo, lo aprendiste. Tíralo a la basura.
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