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¿Cuántas veces dejas de hacer cosas por el miedo al que dirán? Hacer cosas para ti a veces se vuelve muy difícil cuando pones el foco en los demás. Si hago esto, los demás pensarán aquello, mejor no lo hago. Te entiendo. Te has criado rodeada de gente que te ha dicho que hacer y si te has rebelado en algún momento su respuesta es que eres una egoísta.
Lo entiendo, ellos no se atreven pero tu no puedes condicionar tu vida por estar rodeada de personas que tienen miedo. El otro día hablaba con una chica y comentábamos mi cambio de estilo de vida al dejar mi trabajo y emprender. La cuestión es que, en verano empiezo a trabajar a las 8.00 pero a las 12.00 lo dejo para ir a la playa y sigo por la tarde. Ella hace lo mismo.
Si le plantearas a tu jefe un horario semejante no lo permitiría. No tiene sentido su negativa, porque trabajas las mismas horas y eres igual de productiva (incluso más). ¿Sabes por qué lo hace? Porque no quiere que te diviertas. Una vez tuve un jefe que me prohibió reírme.
Miedo al que dirán
Si decides cambiar de vida surgirá comentarios de tipo: lo de disfrutar trabajando no existe, la diversión (ocio) es para tu tiempo libre. Sin embargo, son muchas las personas que demuestran lo contrario día a día. Trabajar puede ser divertido, pero para eso la mente tiene que pensar de otra forma. Organizar tus horarios a tu gusto y hacerlos compatibles con comidas de amigos o días de playa es posible.
La cuestión es, ¿estás dispuesta a hacer oídos sordos a las críticas? No se trata de que lo estés haciendo mal, sino de que quienes te critican no se atreven. He de decir que soy afortunada porque mi entorno entendió mi decisión. No sólo no me gustaba el trabajo sino que el ambiente era malo. Para que te hagas a la idea, como en un colegio en el que hay grupos, envidias y luchas de poder, cotilleos y venganzas.
Muy maduro todo. Esa es la realidad de personas cómo tu. Ya no se trata de lo difícil que sea montar tu propio negocio sino de que necesitas quererte lo suficiente como para sentirte a gusto tomando un café cuando los demás están encerrados en una oficina.

Consecuencias del miedo al que dirán
Son muchas las posibilidades pero vamos a revisar algunas de ellas:
1.- Pierdes tu oportunidad de disfrutar cada día. No es todo color de rosa. Volver al trabajo después de las vacaciones cuesta, como a cualquiera y hay días malos, o al menos días regulares. Pero decides cómo organizar tu día. Establecer prioridades. Estar sentada delante del ordenador a una hora concreta no es una de ellas.
2.-Te arrepientes cuando ya no te queda tiempo. Para impulsar tus cambios, pregúntate, ¿dentro de 10 años quieres estar así? Siempre hay tiempo para empezar de nuevo, pero cuanto antes mejor porque la edad que tienes ahora no la vas a volver a tener. Eso incluye la juventud y la energía. No la desperdicies trabajando por los sueños de otro.
3.- Terminas soportando críticas ajenas por otros motivos pero no haces lo que te gusta. ¿Te has dado cuenta de que a veces haces o dejas de hacer cosas para evitar el rechazo y te tratan igual de mal? Es un ejemplo de que hay que empezar a hacer las cosas que quieres, porque los demás ya están en ello.
¿Qué ocurre cuando vences tu miedo?
Cuando tu cambias, todo cambia. Te has pasado la vida intentando que cambien los demás (sin éxito). Un esfuerzo en vano. Pero quizá no sabes que conseguir que los demás cambien es más fácil de lo que pensabas. Empieza por cambiar tu y después, lo que te rodea, te seguirá.
Quieres salir y viajar, divertirte. Pero no encuentras a nadie. Tienes ganas de hacer mil cosas pero no tienes la oportunidad. Voy a contarte un secreto: cuando empiezas a hacer cosas contigo, los demás se ponen celosos. Si empiezas a hacer planes para ti, sin contar con los demás, justo en ese momento todos se apuntan.
Te puede parecer raro, pero funcionamos así. Como no te quieres lo suficiente la gente lo nota y no quiere estar contigo, o no tanto como a ti te gustaría. Sin embargo, cuando sientes que eres lo más importante, empiezas a resultar esa persona con la que todos quieren estar. Prueba a hacer pequeños cambios y comprueba por ti misma los resultados.
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