Contenidos
¿Donde estás ahora mismo? ¿Tienes la vida que deseas? Bueno, no hablo de una vida de fantasía sino de la vida que has imaginado. No te hablo de evasión, sino de soñar, de pensar en la vida que te haría muy feliz. Probablemente no. Quizá no has alcanzado tus objetivos, pero, puede que estés en ello. Así que te voy a lanzar otra pregunta:
¿Estás haciendo cosas que te acerquen a esa vida que deseas? Si la respuesta es no, aquí si hay que preocuparse. De niña nos enseñaron con cuentos de hadas y magia, pero la realidad es muy diferente. No hay príncipes que vengan a tu casa a ver si tu pie encaja en un zapato de cristal. La cosa no funciona así. Ahora, si quieres algo debes ir a buscarlo y hacer el trabajo.
Quizá piensas que las cosas pasan y no tienes forma de influir en tu destino. Bueno, es así como te han enseñado. Ahora vas a ver una realidad muy diferente. Si querías hacer algo diferente te tachaban de rebelde y te sentías que no encajabas. Pero eso es cosa del pasado. Ahora el mundo es de la gente que se atreve a ser diferente. Porque, si lo piensas, la mayoría de las personas venden los mismos servicios y lo que cambia es cómo hacen su trabajo.

Miedo a tomar decisiones
La cuestión es que, mientras vivas en ese mundo de fantasía en el que careces del control de tu vida, no harás lo que es más importante para avanzar: tomar decisiones. De hecho, si que tomas decisiones, la mayoría, son automáticas. Otras veces decides quedarte estancada. Tomas alrededor de 35.000 decisiones al día y más del 99%, son automáticas. El cerebro actúa de esta manera para protegerte. Por eso, si oyes que se acerca un vehículo a gran velocidad no te pones a hacer cálculos, simplemente te apartas para que no te atropelle.
¿Qué sucede con las decisiones que no son automáticas? Pues que requieren de nuestro análisis y cuando empezamos a analizar se genera la análisis por análisis.Tienes tanto miedo a decidir empiezas a buscar más y más y más conocimientos pensando siempre que no estás suficientemente preparada para tomar la decisión. A esto se le llama Síndrome del Impostor.
La realidad es que si estás preparada, pero te da miedo decidir. En estos casos es importante que te fíes de tu conocimiento y cuando verdaderamente necesites saber más, acudas a algún amigo o algún profesional que te pueda dar el empujón que te falta. No te excedas en buscar demasiadas opiniones o demasiada formación porque entonces tu vida se estanca y no avanza.
El miedo a tomar decisiones tiene consecuencias
Piensas que siempre mañana tendrás más opciones de tomar la decisión porque sabrás lo suficiente pero es que ese mañana jamás llega.Pasa un día y otro y la historia se repite porque estás buscando más y más información. Lo importante a la hora de tomar decisiones es que tengas confianza en ti misma. Necesitas una autoestima fuerte. En ese caso es posible ser consciente de que las decisiones muchas veces no van a dar el resultado que quieres.
Ese error que cometes, simplemente es un entrenamiento. Después analizas la situación para ver si lo que has hecho te ha acercado a tu objetivo y tomas una decisión diferente corrigiendo cada pequeño aspecto que percibas que no funciona. Con el tiempo consigues tu objetivo. La cuestión es que por nuestra propia cultura, sientes que un error es algo traumático vas a ser objeto de mofa.
Esa mentalidad te genera una sensación de fracaso que no es real porque todas las personas que han conseguido éxito en su vida, lo han conseguido fallando una y otra vez.Por eso lo importante es tomar decisiones e ir probando. Sin darte cuenta vas a conseguir dar pequeños pasos que te van a generar la sensación de logro. Así, sin darte cuenta, aumentas tu autoestima porque no se trata de algo estático, sino que evoluciona durante tu vida.
No decidir ya es una decisión
Has decidido quedarte estancada. Lo entiendo, no sólo tienes miedo sino que además sientes que eres incapaz de pensar. Por eso voy a ayudarte a entenderlo. Cuando haces algo por primera vez te da miedo, normal. Primero por falta de experiencia haciendo algo diferente. Segundo por exceso de experiencia, porque ya sabes exactamente que te van a decir los demás: que no vas a conseguirlo.
Esto te da más miedo que no saber por dónde empezar. Necesitas ser aceptada y valorada por los demás porque tu misma no sabes hacerlo y lo buscas en el exterior. No sabes cómo quererte y por eso intentas que los demás lo hagan por ti. No funciona así, sino al revés. Cuando tu te quieras lo harán los demás. Mi sugerencia: piensa en algo que te encantaría hacer y no haces. ¿Lo tienes ya? Ahora hazlo. Sin más. Podrías hacerlo pero no lo haces, eso es porque sientes que no te lo mereces, pero sí.
Recuerda que no decidir ya es una decisión. Inténtalo, empieza por algo sencillo. Si te gusta verte guapa en el espejo puedes aplicarte una de esas cremas que tienes guardadas en el cajón y no sueles usar. Es fácil, está a tu alcance y no te va a costar dinero, porque ya la tienes. Ese pequeño cambio es poderoso y va a abrir la puerta a más cambios. Si quieres mejorar, pues mejora. No esperes a que los demás lo hagan por ti, porque lo único que vas a conseguir con esa técnica es gente aprovechada a tu alrededor.
Deja una respuesta