Si la respuesta es si, esto te interesa. Porque es muy habitual que la gente te diga: <<Qué suerte tienes, con un trabajo fijo con la que está cayendo>>. Tu sonries y piensas, mejor me callo porque si digo que no me gusta nada mi trabajo todavía me echan la bronca por quejarme. Pero, si eres infeliz, ¿Por qué no lo dejas?
Pues porque no te atreves. No pasa nada, yo tampoco me atrevía. Pero déjame que te diga que es muy posible que la situación empeore. Cuando te traicionas haciendo un trabajo que no te gusta solo porque te hace falta dinero, tu cerebro no lo asume. Tienes unos valores y los estás traicionando porque piensas que si dejas el trabajo no vas a encontrar otro.
¿Y si encontraras un trabajo que te guste? ¿Y si no lo encuentras pero te lo inventas? Tu cerebro siempre se pone en lo peor porque piensa que la vida es una lucha contínua por sobrevivir. Pero la realidad es que, ahí fuera, hay personas que se sentían como tú y ahora son felices.

Su vida no es perfecta pero ahora hacen lo que les gusta y eso les permite disfrutar del camino. Cada día hay nuevos retos esperándote. Lo que necesitas para dejar ese trabajo que te atrapa es tener la confianza suficiente para dar el paso. Te puede parecer imposible ganar esa confianza porque nunca la has contado entre tus virtudes pero se puede conseguir.
Yo tardé 8 años en tomar la decisión de marcharme pero solo tardé unos días en empezar a sufrir en mi trabajo. Es increíble lo que una persona es capaz de soportar por miedo. La cuestión es que tardé demasiado en dejarlo y digo demasiado porque paso factura a mi salud: ansiedad, dolores de cabeza, insomnio…
Ahora que he descubierto que otra vida es posible no vuelvo atrás ni para coger impulso. Ahora toca disfrutar de lo que me ocurre. Casi todo merece la pena ser nombrado porque es positivo y lo que no lo es he aprendido a aceptarlo o cambiarlo y los retos me tienen siempre aprendiendo. Ahora cuento con las herramientas para gestionar las emociones que aparecen cuando surgen los obstáculos. Me escucho y resuelvo.
Y tú, ¿Cuánto tiempo más vas a seguir sufriendo por un trabajo?
Deja una respuesta