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Cuando tienes miedo, algo te bloquea. Pongamos que quieres conseguir un trabajo, pero tienes tanto miedo a lo que pueda pasar, que, en el fondo, no lo quieres. No eres consciente, pero te saboteas para no llegar a esa situación que te asusta. Imagina que tienes la autoestima baja y buscas seguridad laboral. Lo mejor, una oposición, al fin y al cabo, nadie puede echarte cuando apruebas. Fantástico piensas, aunque crean que no soy buena en mi trabajo, de aquí no pueden echarme.
El miedo te lleva a crear situaciones que te perjudican
Eliges la oposición. Te pones a estudiar y comienzan los problemas. Te agobias y empiezas a dormir mal. Comes poco, o, incluso, eres incapaz de comer, pero sigues. Da igual todo lo que te pase, solo piensas en aprobar, pero al mismo tiempo, crees que no puedes conseguirlo. En ese momento llega el examen. Llevas tiempo preparándolo, pero de nada sirve. No lo llevas bien, no confías en ti. En el fondo, ni siquiera te gusta el trabajo, pero piensas que no puedas aspirar a otro mejor.

Cuando al fin te presentas, no pasas la prueba. Tu mente se ha encargado de crear un escenario tan terrorífico, que no eres capaz de articular palabra. En ese momento, tu cerebro viene al rescate. Te provoca un ataque de ansiedad: sudas, tienes taquicardias y no puedes dejar de llorar. Piensas que tienes muy mala suerte y tienes que retirarte. Eso si llegas al tribunal. Algunas personas acaban en el hospital para no acercarse al examen.
Excusas, todo son excusas. En realidad no quieres ese puesto. Quizá quieres la tranquilidad de una plaza pero no la función que vas a asumir. A lo mejor, ni siquiera buscas esa tranquilidad por ti, lo haces por tus padres. Porque cuando eres pequeña y vives la escasez y el miedo a quedarte sin nada, que sobrevuela a la familia, aprendes. Quizá ni siquiera es real, pero ahí está, en la mente de tus padres y en tu vida.
¿Por qué el miedo crea situaciones que te perjudican?
Porque así te quedas en tu zona de confort. No nos engañemos, la zona de confort muchas veces da asco, pero la conoces. Sabes cómo reaccionar y eso no tiene precio. Si sales de ella, a saber que encuentras. Desde luego las oportunidades están fuera, pero no sabes gestionar la incertidumbre. Has aprendido que hay que tener todo bajo control. Pero, ¿sabes? no es cierto. Básicamente, es imposible. Nadie controla su vida.

Hay algo que si puedes controlar y son tus reacciones. Lo mejor es vivir tu vida disfrutando de cada momento. Sin adelantar situaciones horribles, solo viviendo cada cosa que te sucede y disfrutando al máximo. Pero no sabes hacerlo. Te han enseñado a diseñar tu vida de forma estricta. Cada paso que vas a dar. Sin embargo, no sabes que pasará mañana. Es más inteligente, diseñar tu vida, pero ser flexible. En este caso eres capaz de establecer la línea a seguir y de saber adaptarte cuando surjan imprevistos.
Cuando tienes la autoestima alta es más fácil. Sabes que mereces cosas buenas y que, no te las van a regalar, pero que si te esfuerzas, los resultados llegan. Aprendes a saber que quieres en tu vida y vas a buscarlo, sea en el ámbito profesional o en tu vida personal. Nada te frena. No eres tonta, sabes que surgirán inconvenientes pero te da igual. Disfrutas de todo y cuando algo no te gusta, si puedes lo cambias, y si no, lo aceptas.
¿Qué consecuencias tiene el miedo?
1.- Te estancas: no consigues amigos, pareja, un buen trabajo… Da igual el objetivo que te plantees conseguir, no llega porque te falta confianza en ti misma. Por eso no haces los movimientos necesarios, ni siquiera piensas que te lo merezcas.
2.- Eres infeliz: Así de fácil. Tu misma te impides ser feliz. No eches la culpa a tu jefe, a tus padres o al gobierno. Tu eres la responsable de tu vida. Has dejado que el miedo campe a sus anchas. Tranquila, no lo sabías, pensabas que la vida iba de tener suerte. Ahora lo sabes, tu tienes el poder. Te lo dice alguien que pensaba cómo tu.
3.- Los resultados no llegan: Claro, no fijas objetivos ambiciosos, no trazas un plan y, si lo haces, no pones de tu parte porque, en el fondo, piensas que no lo vas a conseguir. Es un truco, tu cerebro juega contigo. Bueno, en realidad te protege, pero tu crees que todo lo que te dice es cierto y no es así. Sólo busca que no fracases porque parece terrible.
Yo llevo un año con mi negocio y los resultados han llegado. Me he equivocado varias veces y no sólo en un aspecto, pero solo tiro la toalla en la playa. Por eso, después de esforzarme y trabajar, empiezo a tener lo que quiero. Si tu también quieres aumentar tu autoestima y decirle al miedo que te da igual que te acompañe porque vas a conseguir las cosas a pesar de él, contacta conmigo y te cuento cómo puedo ayudarte.
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