El sábado fue mi cumpleaños. He pasado todo el fin de semana de celebración. Me encanta cumplir años, lo disfruto. No me siento mayor ni vieja, aunque sé que a mucha gente le sucede. Al contrario, estoy viva y puedo disfrutar. El balance de mi vida suelo hacerlo el 31 de diciembre, pero este año voy a hacerlo también hoy porque son 6 meses los que han pasado desde que empezó el año.
Hay momentos importantes en la vida de una persona al cumplir años. Los famosos 18 que te permiten ir a votar y decir aquello de <<Soy mayor de edad>>, cuando vas camino de los 30 y te da miedo de cambiar de decada pensando que ya soy muy mayor. Pero mi favorito es el día que cumples 40. Ahí la cosa cambia, porque se pone seria. Me ocurrió a mi pero no soy la única.
Cumplir 40 te da perspectiva, te dice que estás a la mitad del partido. Te lleva a replantearte muchas cosas y a pensar ( que poco tiempo dedicamos a pensar). Yo me di cuenta de que mi vida no era la que quería tener y no me refiero a logros económicos o profesionales sino a cómo me sentía. En ese momento sonaron las alarmas y decidí hacer cambios que son los que me han llevado hasta aquí: a dejar un trabajo que no era para mí, a reclamar mi lugar en el mundo,
Este año me ha pillado en fin de semana, por cierto, si te lo estás preguntando cumplo 44. He pasado la mañana en el máster Pushcamp con mis compañeros y alli ha caido la primera celebración, después a comer con amigos y el domingo en familia. No he podido organizarlo mucho por el nivel de ocupación y el cansancio pero estoy satisfecha del resultado y agradecida por todo. Un año más para disfrutrar, para ser feliz, para reir, para aprender, para conocer gente, para viajar, cocinar, bailar y compartir.
Y tu, ¿Disfrutas cada momento?
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