Puedes dar lo justo, eso significa que te importa poco o puedes darlo todo y entonces, hablamos de algo o alguien que te apasiona. Pero, ¿Qué pasa cuando das más de lo que debes? Ahí nos metemos en el terreno de la autoestima baja.
El miedo a perder a algo o a alguien nos lleva a dar de más. Sólo porque pensamos que si lo hacemos todo será más difícil que nos dejen: sin trabajo, sin pareja, sin amigos.
Hacer las cosas basándonos en ese miedo significa que pensamos que no somos lo suficientemente valiosos. De lo contrario nos arriesgaríamos a decir que no. Dejaríamos que la gente hiciera sus cosas en lugar de hacerlas por ellos. Por supuesto no hablo de un caso de urgencia, necesidad o peligro.
Antes hacía favores que no me pedían. Sí, soy una persona a la que le gusta ayudar pero lo hacía por la razón equivocada. Quería ser aceptada y pensaba que así, sería más fácil, Si era útil lo conseguiría. ¿Cuál era el resultado? Cada vez encontraba más gente aprovechada en mi camino.
Hacer cosas por otros cuando no te lo han pedido ni es necesario no te convierte en alguien más querido sino en alguien que los demás pueden utilizar. Recuerdo que cuando estudiaba siempre guardaba un sitio a una compañera. Lo hice durante meses, Un día no pude hacerlo porque iba a llegar más tarde y le pedí que me lo guardara ella a mí. Su respuesta: no.
Le dije que me hacía falta de verdad y que yo siempre lo hacía por ella. Lo que me dijo fue <<Nunca te lo he pedido>>. Era cierto, pero una buena persona, me hubiera ayudado. No lo hizo. Puedes pensar que fue injusto o que fue una desagradecida pero prefiero que te des cuenta de que, mi necesidad de ser aceptada provoco la situación.
Ahora sigo siendo amable y ayudo a quién puedo, pero porque quiero hacerlo. Me da igual si me aceptan o no porque yo, ya lo he hecho.
Si quieres aprender tú también, tienes la posibilidad de hacerlo. Pregúntame y hablamos.
Deja una respuesta