Cuando tienes la autoestima baja no te planteas dar tu opinión. No te la han pedido y piensas que te van a rechazar. Pero, ¿qué ocurre cuando ves que alguien se está equivocando? Obviamente, es algo subjetivo. Esa persona tiene su propia forma de ver la situación y sus objetivos. Va a por ellos de la forma que más conveniente cree. Y ahí estas tu, pensando que se equivoca.
En este momento surge el dilema, ¿le digo algo o me callo? Es importante tener varias cosas en cuenta:
1.- Lo importante que es esa persona para ti. No es lo mismo alguien que acabas de conocer, que alguien con quien llevas tiempo tratando. Tampoco que sea alguien que te demuestre su apoyo o que nunca esté ahí. No es necesario que sea tu amiga del alma, simplemente que te importe.
2.- Que seas capaz de expresar tu opinión de forma asertiva. Esto significa, que puedas decir lo que piensas de forma constructiva y sin hacer daño por el camino. Dar tu opinión no quiere decir que entres como un toro en una plaza. Puedes ser honesta y decir las cosas con cariño.
3.- Las consecuencias de tu crítica. Hay que dar información valiosa sobre las áreas de mejora. Es importante ser clara en lo que puede inspirar el cambio de la otra persona y que quede claro que sólo es una opinión.

Cómo expresar una crítica sin generar rechazo
Una vez que tomas la decisión de hablar, plantea cuál es la mejor manera de empezar. Mi recomendación, siempre, al principio, expresa que es lo que más te ha gustado. No lo adornes, se sincera. Cuanto más entusiasmo transmitas, mejor, pero sin excesos. Es importante que la gente se sienta cómoda.
Piensa que si tu finalidad es ayudar con tu opinión es fundamental que la persona te escuche. Si empiezas por la parte menos amable de tu exposición, consigues, generalmente el efecto contrario. La persona se pone a la defensiva y deja de escuchar. Por eso se cuidadosa en la forma en que te comunicas. ¿Cómo te sentirías si alguien se acercara a ti para decirte que has hecho algo mal? Pues eso.
Tu intención es fundamental también. No creas que no se va a notar, porque si, se nota y mucho. No se puede explicar pero cuando alguien quiere lo mejor para ti, se transmite. Es como cuando alguien te cae bien sin conocerlo. No hace falta que diga nada, es la energía que te transmite. Si tu intención no es buena, mejor déjalo. No solo por la otra persona, sino por ti.

¿Qué ocurre cuando expresas tu opinión?
Si lo haces bien inspiras. Ayudas a otra persona a darse cuenta de que hace algo que podría mejorar. Se honesta también en lo que estas expresando porque, quizá no sea tan de ayuda como piensas. En varias ocasiones me he encontrado en situaciones en las que he visto que alguien hacía cosas que no le beneficiaban.
No siempre he sido capaz de expresarme como te indico arriba por eso se lo importante que es:
1.- Si no eres asertiva. Es decir, si lo sueltas como te viene, haces daño. Además no consigues tu objetivo que es, por un lado, que te escuchen y, por otro, ayudar. Se que hay personas que dicen el famoso <<Yo soy así>>, pero no es cierto porque antes yo era así y ya no. Además la respuesta puede ser tan brusca como tu opinión, e incluso, más.
2.- Si eres asertiva. La respuesta más frecuente que recibo es <<Gracias>>. Da igual que el tema sea que le ha puesto los cuernos a su novia o que está enfocando su trabajo de una forma que se aleja claramente de sus valores, suelen darme las gracias. Luego hay otro tipo de persona que es más orgullosa y no sabe dar las gracias, al menos, no con palabras. En este caso atiende a sus actos. Si te hace caso, ahí tienes tu gracias.
Ahora ya sabes cómo ser libre para expresar tu opinión y, al mismo tiempo, ayudar a los que te rodean.
Deja una respuesta