Contenidos

Estarás pensando que a qué viene esto. Te lo cuento. La semana pasada estaba con unos amigos y uno de ellos dijo que la próxima vez que nos reuniéramos traería una botella porque iba a hacer un comunicado. Intenté que me diera una pista pero nada, había que esperar. Mi respuesta fue: <<Me da igual, es algo bueno>>. Pero otra chica que también estaba en la conversación dijo:<<No, es algo malo>> Me sorprendió bastante su reacción y le pregunté por qué pensaba eso, si íbamos a brindar y me respondió <<Beber para olvidar>>.
Lo interesante de esta situación es que ambas respuestas, la suya y la mía fueron automáticas, y por lo tanto, se basan en nuestras creencias, en nuestra forma de ver la vida: una positiva y otra negativa. Después, analicé la situación, esta vez de forma consciente. La cara y el tono de mi amigo no transmitían nada negativo. Además, desde el punto de vista social, se comparte una copa con amigos para celebrar. Por eso mantuve mi conclusión inicial: era algo bueno. Ambos planteamientos coincidían.
Cuando nos volvimos a reunir y mi amigo sacó la botella y nos sirvió, nos dio el comunicado: me voy a casar. Lo importante de la historia no es quién tenía razón, sino cómo esa chica ha aprendido a pensar de forma negativa. Lo duro es que es un pensamiento automático, algo que sale de su mente sin que ella tenga control. He de decir que antes, a mí me pasaba lo mismo. Me había entrenado toda la vida para pensar en lo peor y no era capaz de pensar de forma positiva. Con esa mentalidad pretendía que me pasaran cosas buenas en mi vida. Qué ilusa…
¿Brindar o beber para olvidar?
Da igual a quién preguntes porque todos queremos lo mismo; ser felices. Pero , ¿qué es la felicidad? En realidad es algo diferente para cada persona, como ocurre si preguntara qué es el éxito o el fracaso. Para mí, la felicidad es disfrutar del camino. Es algo que aprendí cuando empecé a trabajar en mi desarrollo personal. No se trata de lo que consigo, sino de lo mucho que disfruto de lo que hago para conseguirlo. Pero como te he dicho antes, mucho ha cambiado mi forma de pensar.
La felicidad tiene una formula. Los estudios dicen que depende:
1.- En un 40% de la Mentalidad. Esto supone que la forma en que respondes a lo que te ocurre determina, en gran medida, tu grado de felicidad. ¿Tienes una actitud positiva cuándo te enfrentas a imprevistos y a los obstáculos que te encuentras en tu vida?
Si sufres solo pensando en lo que puede ocurrir es porque te falla la mentalidad. El cambio de mentalidad se produce aumentas tu autoestima.
2.- En un 10% del Estilo de Vida. El coche que conduces, la casa donde vives, la ropa que te pones, los viajes…Todo eso es genial pero cuando lo deseas parece que te va a dar la felicidad absoluta. En realidad, tu mente se acostumbra bastante rápido y la felicidad inicial, desaparece. Es importante, pero es un complemento.
¿Tu mentalidad y tu autoestima te permiten pensar que mereces cosas buenas? ¿Y las consigues? Si la respuesta es no, quizá crees que lo mereces a nivel consciente, pero inconscientemente, tu autoestima baja te lleva a sabotearte y por eso no lo consigues.
3.- En un 50% de Hacer lo que quieres. Has aprendido a cumplir órdenes: de tus padres, de tus profesores, de tu jefe…Te sientes mal a diario porque no puedes hacer lo que quieres, pero no se trata de una mera incomodidad, o de un pequeño período de tiempo. Eres infeliz a diario y a todas horas.
Cuando aumentas tu autoestima aprendes a valorarte y asimilas que mereces más, por eso te las arreglas para hacer lo que quieres.
Te sientes atrapada en tu vida
Te levantas cada día sin ganas de ir a un trabajo que no te motiva. A lo mejor el trabajo te encanta, pero estás rodeada de personas que hacen que el día sea largo y tedioso. Quizá eres feliz en tu trabajo, pero no tienes vida porque le dedicas toda tu energía a trabajar y, en realidad, querrías tener algo de tiempo para ti, pero no sabes decir no. Eres muy consciente de todo esto y sin embargo no cambias. Eso es porque el miedo te supera. Y no controlas el miedo porque tu autoestima es baja.
Tienes unos valores que marcan tu felicidad, ya sabes, ese 50% del que te hablaba antes, el de hacer lo que quieres. Quizá estudiaste la carrera que tus padres querían. A lo mejor te convenciste que si hacías aquello que te apasionaba te morirías de hambre. Puede que pensaras que no eras lo suficientemente buena como para conseguir el trabajo o la vida de tus sueños y te conformaste. La cuestión es que ir en contra de tus valores es muy peligroso.
¿Cuáles son las consecuencias? Depresión, ansiedad y toda clase de enfermedades, que aparecen cuando vas en contra de lo que realmente quieres. Recuerda, tienes la vida que eliges tener.
En mi caso uno de mis valores fundamentales es la libertad y me sentía atrapada en un trabajo que no me gustaba. Resulta que era la encargada de un gran cliente, una entidad financiera, y lo gestionaba sola. Nadie más que yo sabía como funcionaba esa cartera. Mi trabajo no se valoraba, no se pagaba adecuadamente y mi ánimo estaba por el suelo. No era libre y tampoco me gustaba esa función. Pero tenía miedo y ahí seguía. Un día dije basta y lo dejé. Ahora estoy en ese 50%, hago lo que quiero. No te voy a engañar, los obstáculos siguen apareciendo y hay que hacer cosas en tu trabajo que no te apetece, pero tu decides. En ese sentido, haces lo que quieres.
Cómo conseguir hacer lo que quieres
Aumenta tu autoestima y cambia tu mentalidad. Te cuento mi estrategia:
1.- Tomar la decisión: una decisión no es <<me gustaría>> u <<ojalá las cosas cambiaran>>. Una decisión es un compromiso de hacer lo que haga falta y durante el tiempo que haga falta para llegar a la meta. Lo primero que hice fue invertir en mí tiempo, energía y dinero. Lo conseguí pensando cómo había sido mi vida hasta ese momento (no era lo que quería) y cómo sería cuando consiguiera mi objetivo.
2.- Busca al profesional para que te acompañe en tu camino: Si estás esperando leer un libro y que tu vida cambie o hacer un curso gratis y conseguir la mentalidad que te lleve a tus objetivos, lo siento, no sucede. Te lo digo por experiencia. Es cierto que con eso puedes mejorar, pero no alcanzar el control de tu vida. Además la cantidad de tiempo que hay que invertir para conseguir un mínimo avance, es demasiado. Yo misma he contratado a varios profesionales especialistas en las ramas en las que yo tenía evidentes carencias.
3.- Empieza: Una vez que ya tienes a la persona adecuada a tu lado, escucha y aprende. Haz lo que te diga y si no funciona, no te preocupes, que se va a encargar de adaptar las herramientas a ti, para eso se ha formado y para eso le pagas. Al menos, así trabajo yo. Mis clientas consiguen resultados porque se exactamente lo que están pasando ya que yo también lo he pasado y porque me adapto a sus circunstancias y a su personalidad, para darles la herramienta ideal.
4.- Sigue y sigue: surgirán obstáculos y cada 3 meses es normal tener una crisis. No es mala suerte, es la vida, que funciona así. Esas crisis, seguramente resten importancia a lo que tu normalmente llamas problemas. Lo importante es que ya tienes las herramientas para superarlo. Puedes detectar lo que te ocurre y ya no te hundes, sino que tomas las riendas de tu vida y resuelves lo que ocurre, porque ahora cuentas con la mentalidad adecuada.
Una de mis ideas que más baratas me han salido y más me han ayudado a mejorar es leer. Sobre libertad financiera, autoestima, negocios… Lo que veas que necesitas, pero si solo te pudiera dar un consejo que funcione, de todas las acciones que yo he hecho, te diría leer, o más bien estudiar los libros y aplicar su contenido.
No es magia, es aumentar tu autoestima
Se que piensas que es imposible cambiar, pero lo único imposible es lo que no intentas. Lo que te aseguro es que el cambio no va a ser fácil. Las personas tenemos la mala costumbre de resistirnos al cambio, hasta que te das cuenta de que adaptarte es lo que te hace avanzar. Ya lo dijo Darwing:
<<No sobrevive la especie más fuerte, ni la más inteligente, sino la que mejor se adapta al cambio>>.
Antes vivía pensando que tenía mala suerte, cruzando los dedos para que me tocara a mi ser feliz. Ahora se que todo depende de mi, todo aquello que está en mi mano claro. No controlo el tiempo ni la economía mundial pero si controlo mi actitud, mi reacción ante lo que me rodea. Aumentar mi autoestima ha sido la clave. Puedo enfadarme si llueve porque no puedo ir a la playa o rehacer el plan y entrenar en el gimnasio.
La gente se va a reír cuando empieces a cambiar. Algunos se van a alejar, en otros casos te verás obligada a decirles que se vayan. Pero, ¿sabes cuál es la buena noticia? Que recuperas el control de tu vida. Si haces ese proceso y cambias tu mentalidad, transformas tu vida. Si alguien te trata de una forma inadecuada según tus normas, se queda fuera. Ya no te conformas, ya sabes que alejarse de alguien que te perjudica no es de egoísta sino de inteligente y que si te vuelven a tratar mal, eres tu la única responsable.
Y tu, ¿Brindas o bebes para olvidar? Si quieres una sesión inicial gratuita para saber cómo te puedo ayudar, escríbeme.
Deja una respuesta