Es una cuestión más importante de lo que parece. En ambos casos te das cuenta de que no puedes cambiar las cosas pero sus efectos son distintos. Cuando aceptas tu mente está en orden, eso significa que sigues adelante con la mentalidad adecuada. Reconozco que, en ocasiones, es dificil aceptar las cosas, especialmente cuando hay personas de por medio. En cualquier caso, es la mejor solución pero requiere, por tu parte, un trabajo mental importante.
Hay que aumentar la autoestima. Es importante que tengas asimilida tu responsabilidad en la vida, de lo contrario te encontrarás pensando que eres una víctima. Si piensas que todo te pasa a tí cedes el poder no se sabe muy bien a quién. Aquello en lo que te enfocas se expande y si te enfocas en tu mala suerte, ¿Adivina que va a pasar? Pues sí, la profecía autocumplida.
Aceptar no significa vivir feliz para siempre o estar de acuerdo con lo que te ha ocurrido. Implica que seas capaz de salir ganando con la situación. Cuando aceptas mantienes tu energía y tu mentalidad adecuada. Aceptar significa entender y conservar tu sonrisa. Es el famoso, <> que se le dice a los niños. La cuestión es ¿Por qué no te lo dices a tí?
Resignarse es dañiño, guardas rencor. Creemé si te digo que el rencor no te lleva a nada bueno. Quizá no te des cuenta durante un tiempo pero has sembrado la semilla equivocada y está dentro de tí. Cuando crece se vuelve imparable y eliminarla una odisea. Por eso te invito a que reflexiones como reaccionas a las cosas que suceden a tu alrededor y pienses si aceptas o te resignas.
Antes yo me resignaba y vivía en un agujero del que no podía salir. Después empece a aceptar y la cosa cambió mucho. Mi vida no es perfecta pero soy más feliz. Cierto que me queda mucho por aprender pero ahora disfruto del camino. Ya no me quito la energía ni me provoco malestar. Soy más fuerte y eso, también esta al alcance de tu mano.
Deja una respuesta